El pasado domingo 30 de junio, un trágico hallazgo conmocionó a los vecinos de Albardón. Antonio Horacio Carrizo, un hombre de 78 años, fue encontrado sin vida en su vivienda tras varios días de no ser visto por la comunidad.
El descubrimiento ocurrió después de que los vecinos, preocupados por la ausencia de Carrizo desde el viernes anterior, decidieron acercarse a su casa y observaron a través de una ventana que el anciano yacía en el suelo. Ante esta situación, dieron aviso inmediato a las autoridades.
Personal de la comisaría 18va llegó al lugar y constató el fallecimiento de Carrizo. Posteriormente, agentes de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) de Delitos Especiales y de la División Criminalística realizaron una minuciosa inspección en la escena. Tras varias horas de investigación, se determinó que Carrizo había muerto por causas naturales, específicamente una falla cardiaca, una condición médica que sufría desde hace tiempo. La médica legista de Delitos Especiales confirmó que no había signos de violencia en el cuerpo del fallecido.
Antonio Horacio Carrizo, quien se ganaba la vida como changarín recolectando chatarra y cartón, vivía solo desde hacía muchos años. No se proporcionó información sobre la existencia de familiares directos. Debido a que la causa de la muerte fue natural, el caso no fue judicializado y se extendió el certificado de defunción a sus allegados.
La noticia del fallecimiento de Carrizo dejó un profundo pesar en la comunidad, recordando la importancia de la solidaridad y el apoyo mutuo entre vecinos, especialmente hacia los más vulnerables y solitarios.
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