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 Al menos 168 personas permanecieron desaparecidas el miércoles debido a las inundaciones en Texas, que causaron más de 100 muertes y dejaron una estela de desolación en el sur de Estados Unidos. 

En la madrugada del viernes pasado, un día festivo en el país, lluvias torrenciales provocaron inundaciones repentinas y una crecida de ocho metros en el río Guadalupe en solo 45 minutos. El gobernador de Texas informó que se registraron 109 muertes en el centro del estado.

Las lluvias alcanzaron casi 300 milímetros por hora, lo que representó un tercio de la precipitación media anual. Días después, muchos habitantes comenzaron a buscar desesperadamente a sus seres queridos.

Helicópteros, drones y equipos caninos continuaron movilizándose en condiciones difíciles para ayudar en la búsqueda. El gobernador Greg Abbott declaró en rueda de prensa que "161 personas han sido dadas por desaparecidas" en el condado de Kerr, cifra basada en informaciones proporcionadas por amigos, familiares y vecinos. 

Además, siete personas permanecieron desaparecidas en el condado de Travis, según las autoridades locales. Abbott advirtió que "esta lista podría aumentar considerablemente", dado que las esperanzas de encontrar sobrevivientes eran escasas a pesar de los esfuerzos continuos de los equipos de rescate.

El condado de Kerr fue el más afectado por las inundaciones, con 94 muertes confirmadas, incluidas 30 niños. Entre las víctimas se encontraban 27 niños y monitores del campamento cristiano para niñas Camp Mystic, situado a orillas del río Guadalupe y que albergaba a unas 750 personas. Cinco campistas y un monitor seguían desaparecidos la noche del martes, según el gobernador. También se buscaba a un niño que no se encontraba en el campamento.

Los oficiales del Centro de Emergencia del condado Kerr demoraron noventa minutos en enviar las señales de alarma a las personas que estaban en la orilla del río. A pesar de contar con un sistema de sirenas y alertas a celulares, este resultó ser ineficaz en la emergencia del 4 de julio, cuando el río Guadalupe comenzó a crecer peligrosamente.


En Nuevo México, la crecida del río Ruidoso causó al menos tres muertes en el municipio homónimo, según informaron autoridades locales. El presidente Donald Trump anunció su visita a Texas para el viernes junto a su esposa Melania. "Trajimos muchos helicópteros de todas partes (...) La respuesta fue increíble", declaró Trump. Las autoridades informaron que unas 850 personas fueron rescatadas de las aguas; sin embargo, "el último rescate (...) se realizó el viernes", indicó Jonathan Lamb, de la policía de Kerrville.

El Texas Hill Country, causa de la tragedia de las inundaciones relámpago

La Casa Blanca se defendió ante las críticas que atribuían el desastre a recortes presupuestarios en el Servicio Meteorológico Nacional. La portavoz Karoline Leavitt afirmó que el servicio meteorológico estadounidense había emitido "pronósticos y alertas oportunos y precisos". Se emitió una alerta poco después de la 1 de la madrugada; no obstante, muchos habitantes estaban dormidos o habían apagado sus teléfonos móviles.

Las inundaciones súbitas provocadas por lluvias torrenciales que el suelo reseco no puede absorber no son un hecho aislado. Según la comunidad científica, el cambio climático incrementó la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos como inundaciones y sequías. 

El meteorólogo Shel Winkley explicó que "es una zona de Texas que experimenta ambos extremos del espectro del cambio climático (...) Las sequías se vuelven más extremas" y "la lluvia cuando llega provoca precipitaciones más intensas, con una mayor probabilidad de inundaciones repentinas".


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