Kamariski, trabajaba en la empresa desde hacía cuatro años, era considerado un empleado “de suma confianza”. Sin embargo, las sospechas crecieron cuando una empleada detectó que las cámaras de seguridad se apagaban en un mismo rango horario y que el imputado ingresaba al área donde se encontraba la caja fuerte.


La maniobra quedó al descubierto con registros fílmicos del 5 y el 10 de diciembre, donde se observa a Kamariski ingresar a la oficina de ventas con una llave propia, abrir la caja fuerte y sustraer fajos de billetes. El 10 de diciembre, la víctima observó la maniobra en vivo, lo que precipitó la denuncia.



Ese mismo día, a las 14:40, el acusado fue detenido dentro de las instalaciones de Tankito. En su poder se secuestraron $66.000 y $78.000, correspondientes al botín sustraído. Durante la audiencia, Kamariski aceptó su responsabilidad como autor de los hechos y las partes arribaron a un acuerdo de juicio abreviado.